Cinco malos hábitos que provocan dolor de manos y cómo combatirlos
Las manos son herramientas increíblemente versátiles y fundamentales en nuestra vida diaria. Sin embargo, a menudo damos por sentado su importancia hasta que empezamos a experimentar dolores en ellas. Estos dolores pueden ser el resultado de malos hábitos que, aunque parecen inofensivos, pueden tener consecuencias a largo plazo para la salud de nuestras manos. A continuación, exploraremos cinco de estos malos hábitos y cómo podemos combatirlos para mantener nuestras manos en óptimas condiciones.
1. Posturas incómodas al usar dispositivos electrónicos:
En la era digital, pasamos una cantidad significativa de tiempo utilizando dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes y ordenadores. Sin embargo, muchas veces adoptamos posturas incómodas que ejercen presión adicional sobre nuestras manos y muñecas. La posición de tecleo incorrecta o el uso prolongado del teléfono pueden provocar tensiones y dolores en cervicales, brazos y manos.
Solución: Ajusta la altura y posición de tus dispositivos para mantener una postura ergonómica. Usa almohadillas para apoyar las muñecas mientras escribes o invierte en soportes ajustables para la pantalla.
2. Uso excesivo de dispositivos móviles:
El uso constante de dispositivos móviles para enviar mensajes de texto o navegar por redes sociales puede llevar a problemas en las manos. La repetitiva acción de pulsar las teclas o deslizar la pantalla táctil es causa frecuente de lesiones en el pulgar (“dedo de whatsapp”).
Solución: Establece límites en el tiempo que pasas utilizando tu teléfono y realiza ejercicios de estiramiento para las manos. También puedes considerar el uso de aplicaciones de dictado por voz para reducir la necesidad de escribir constantemente.
3. Ignorar la importancia de descansos:
Cuando estamos inmersos en nuestras actividades diarias, a menudo olvidamos la importancia de tomar descansos. Esto es especialmente relevante para aquellos que realizan trabajos que requieren movimientos repetitivos con las manos, como escribir a máquina o realizar tareas manuales, coser o tejer, restauración de muebles, jardinería, etc..
Solución: Programa descansos cortos durante el día para estirar y relajar tus manos. Practica ejercicios simples como cerrar y abrir los puños o girar las muñecas para mantener la flexibilidad e incluso sumergirlas en un baño de agua caliente.
4. No utilizar correctamente herramientas manuales:
Al realizar tareas manuales, es esencial utilizar las herramientas adecuadas y adoptar técnicas seguras. Utilizar herramientas que no están diseñadas ergonómicamente o aplicar fuerza excesiva puede causar daño a las manos y muñecas.
Solución: Asegúrate de usar herramientas diseñadas ergonómicamente para reducir la tensión en tus manos. Aprende las técnicas correctas para cada tarea manual y evita aplicar fuerza excesiva.
5. Descuidar el cuidado de las articulaciones:
Las articulaciones de las manos son vitales para su funcionamiento adecuado, pero a menudo las descuidamos. La falta de atención al cuidado de las articulaciones puede llevar a la rigidez y al dolor.
Solución: Realiza ejercicios específicos para fortalecer las articulaciones de las manos. Movimientos como apretar una pelota de goma blanda o estirar los dedos pueden ayudar a mantener la flexibilidad y prevenir problemas a largo plazo.
Como ves, cuidar de nuestras manos implica ser conscientes de nuestros hábitos diarios y adoptar prácticas que promuevan la salud y prevengan el dolor. Al prestar atención a la ergonomía, limitar el uso excesivo de dispositivos móviles, tomar descansos regulares, utilizar herramientas adecuadas y cuidar nuestras articulaciones, podemos asegurarnos de que nuestras manos sigan siendo funcionales y libres de dolor a lo largo del tiempo. Integrar estos cambios en nuestra rutina diaria puede marcar una gran diferencia en la salud a largo plazo de nuestras manos.