Mitos frecuentes sobre la artrosis que no son ciertos
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que a menudo está rodeada de mitos y conceptos erróneos. Aclarar estos mitos es fundamental para tomar las mejores decisiones sobre su salud.
Exponemos algunos de estos mitos tan recurrentes que se oyen acerca de la artrosis y que no son ciertos:
1. La artrosis es solo una enfermedad de la vejez:
Uno de los mitos más extendidos es que la artrosis solo afecta a las personas mayores. Si bien es cierto que la artrosis se vuelve más común con la edad, también puede afectar a personas más jóvenes. La artrosis puede ser resultado de lesiones previas articulares, predisposición genética, Obesidad, actividad física inadecuada o, incluso , factores metabólicos. La conjunción de varios de estos factores de riesgo puede hacer que la artrosis aparezca en edades muy tempranas y, por tanto, no es exclusiva de edades más avanzadas.
2. La artrosis es solo un problema de desgaste del cartílago:
Si bien el desgaste del cartílago es un componente importante de la artrosis, esta enfermedad es más compleja de lo que sugiere este mito. La artrosis involucra a otros componentes de la articulación como son: El hueso subcondral (hueso que está debajo del cartílago) y la membrana sinovial (membrana que recubre cualquier articulación).
3. El ejercicio empeora la artrosis:
Este mito puede llevar a la inactividad, lo que en realidad es perjudicial para las personas con artrosis. El ejercicio adecuado es fundamental en el manejo de la enfermedad, ya que fortalece los músculos que rodean las articulaciones, mejora la movilidad y ayuda a mantener un peso saludable. La clave es elegir ejercicios de bajo impacto y adaptados a las necesidades individuales, lo que puede reducir el estrés en las articulaciones sin empeorar la artrosis.
4. No hay tratamientos efectivos para la artrosis:
Aunque la artrosis no tiene una cura definitiva, existen tratamientos efectivos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Los tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, terapia física, medicamentos para el control del dolor y la inflamación, inyecciones de corticosteroides o tratamientos intraarticulares con factores de crecimiento o con ácido hialurónico, y en casos severos, cirugía para reemplazar la articulación afectada. El enfoque en la gestión del dolor y la funcionalidad puede ayudar a las personas con artrosis a llevar una vida plena.
5. La artrosis es sólo un problema físico:
La artrosis puede tener un impacto significativo en la salud mental y emocional de quienes la padecen, y no se limita solo a los aspectos físicos. El dolor crónico, la discapacidad y la disminución de la calidad de vida pueden causar ansiedad, depresión y aislamiento social. Es importante abordar no solo los síntomas físicos, sino también el bienestar emocional de las personas con artrosis. La atención a la salud mental y el apoyo emocional son esenciales en el manejo integral de la enfermedad.
Es por todo esto que la artrosis es una enfermedad compleja que va más allá de los mitos comunes que la rodean. Al desmitificar estas creencias erróneas, las personas pueden tomar decisiones informadas sobre su salud y buscar el tratamiento adecuado para mejorar su calidad de vida. La educación sobre la artrosis es esencial para fomentar una comprensión precisa de esta afección y para garantizar que quienes la padecen reciban el apoyo y la atención que necesitan.